La Democracia esta condenada al fracaso.
La Democracia esta condenada al fracaso, esto debido a que los economistas del equilibrio, objetivistas, keynesianos y monetaristas, díganles como quieran al fin de cuentas son los mismos perros pero con distintas correas, han sospechado de acuerdo a su erróneo análisis del mercado, que este adolece de unos fallos los cuáles deben de ser corregidos por un órgano rector capaz de ponerle fin a las penurias de este, justificando de esta forma que el estado debe de intervenir en cada uno de los procesos de mercado. Veremos que no es así pues la Teoría de la Escuela de la Elección pública comandada por James Mcgill Buchanan y Gordon Tullock, pone de manifiesto que los mencionados "Fallos de Mercado" del sector privado que supuestamente ven los economistas del equilibrio no son tales, pues el mercado es un proceso dinámico que está impulsado por la función empresarial, y que sin embargo, el sector público si que esta aquejado de unos dolorosos y graves fallos que es necesario vislumbrar aquí y ahora.
La Escuela de la Elección Pública analiza pues el sistema democrático que esta conformado por:
Gobernantes, Burócratas y votantes.
Llegando de esta forma a estipular cinco puntos básicos que explican el fracaso de la Democracia.
1. Votar sin conocimiento de causa: Seamos francos y dejémonos de tonterías, a nadie le interesa estudiar las propuestas de cada uno de los candidatos a determinado puesto de poder, pero no se preocupen, si hacemos esto quiere decir que estamos totalmente cuerdos, es perfectamente racional no sentarnos a leer cada una de las propuestas de los candidatos ya que incurriríamos en un gran coste y por contra el beneficio que pudiéramos obtener a costa de esta acción sería bajo viéndose este diluido entre cada uno de los votantes, es decir, entre cada uno de los millones de habitantes, de esta forma nos damos cuenta explícita o implícita mente que nuestro voto es irrelevante.
2. Grupos de interés: Son grupos relativamente pequeños de interés que si que tiene un incentivo para poner toda su audacia y astucia en tratar de poner a su representante político en el poder, pues el beneficio que obtendrán será para unos cuantos a costa de que los costes los tengamos que pagar cada uno de los contribuyentes, que los paguemos nosotros pues.
¿Les suena Televisa y Enrique Peña Nieto?
3. La representación no es vinculante: Sencillo, una vez determinada persona asume el poder, este cargo lo ejercerá durante determinado plazo de tiempo, por lo que sus promesas a inicio de campaña seguramente no las cumplirá y podrá argumentar que las circunstancias han cambiado justificando de esta manera su falta de compromiso y actuar con la sociedad. De esta manera si retrocedemos al punto número uno, con mas razón no nos interesa estudiar a inicios de campaña electoral las propuestas de los candidatos pues estas cambiaran conforme pasa el tiempo.
4. Límite temporal muy próximo: Las elecciones siempre están a la vuelta de la esquina para las personas que están en el poder plasmando de esta manera como su actividad primordial buscar ganar las próximas elecciones por lo que su acción se ve sesgada, sin embargo, esto es así porque ganar las elecciones es el incentivo del marco institucional (Democracia) en que se mueven.
5. Falta de incentivo para actuar de forma eficiente: Miren, los gobernantes, presidentes, etc. actúan de forma ineficiente, si, pero no porque sean idiotas o sean malas personas, pongámonos en
perspectiva. Tú querido lector te desempeñas seguramente en un sector privado, esto conlleva a que te juegues tu dinero, tu puesto de trabajo, y tengas que responder a una cuenta de pérdidas y ganancias, primordial pues la contabilidad es el lenguaje de los negocios y la cuenta de pérdidas y ganancias no dice si nuestras acciones llevadas a cabo han cosechado beneficios o pérdidas, lo que nos ayuda a la toma de decisiones. Apuesto a que cada uno de ustedes trabajando en el sector público actuaran de manera totalmente distinta, pues aquí no se juegan su puesto de trabajo, dispararían con pólvora del rey, es decir, no estaría en juego su dinero sino el de los contribuyentes, y más importante no responderían a una cuenta de pérdidas y ganancias, no sabrían si todos esos proyectos que emprenden en verdad están generando un beneficio a la sociedad o simplemente están gastando más de lo debido.
Estos cinco principios son los que ponen de manifiesto el total fallo de nuestro sistema actual.
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